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Volvemos a meternos en el "Backstage", esta vez para conocer a un músico versátil, quien es publicista de profesión y trabaja en el área digital de una agencia. Toca la batería desde séptimo básico. A pesar de no sobrepasar los 40 años, ha tenido bastantes bandas, aunque dice que desde hace unos 5 años empezó a tomarse la batería más en serio que nunca y ha podido lograr sueños como tocar en los lugares clásicos Santiaguinos, regiones, grabar discos, girar 3 meses por USA y colaborar con varias de sus bandas nacionales favoritas. Iniciemos el diálogo con el "Chalo". 

¿Cómo llegaste a tocar la batería?, ¿te acuerdas de algún momento que marque un antes y un después en tu acercamiento al instrumento?

Gonzalo Salazar: Me acuerdo perfecto. Un buen amigo del colegio que siempre le pegó a las manualidades y que sigue siendo un creativo, un diseñador con gran oficio, se le ocurrió hacer una batería con tarros. ¡Tenía pedal y todo!, quedé pa´ la cagá. ¡Y él tocaba guitarra!, no pude más, no aguanté, llegué a mi casa y ese mismo día también fabriqué la mía. Humildemente creo que fui un poco más allá y desarrollé un pedal de bombo con rebote, un atril de hi-hat que los separara y juntara, y para el bombo usé una pantalla de lámpara. Era la raja, algún día encontraré la foto. Nos juntábamos a ensayar incluso con esos tarros, yo tocaba con palos de maqueta, hasta que de pronto no le dije a nadie, ni en mi casa, ni a mi banda de entonces y llegué con una de verdad. Los dejé a todos boquiabiertos; ellos con sus guitarras acústicas (una de ellas servía de bajo) y yo con una Pearl antigua que me compré en El Rastro, esa fue mi primera batería. De ahí no paré, la puse en mi pieza, al lado de mi cama, y me pasó de todo. Lo típico, demandas por ruidos, vecinos que “me amaban”... clásicos de ayer y hoy.

¿Podrías nombrarnos tres bateristas que te hayan marcado de una manera fuerte a la hora de tocar?

Gonzalo Salazar: Uf, ¿tienen que ser tres? ¿sabes qué me pasa?, me han marcado muchos, pero no creo que toque como ellos. Yo creo que debería decirlo alguien que me conozca tocar y tratar de encontrar el parecido, la onda, ¿me entiendes?, es decir, que yo lo haya visto y haya quedado loco, por ejemplo, Dave Abbruzzese de Pearl Jam, impresionante, cuando vi el video de Evenflow no lo podía creer. Era cabro chico igual y Pearl Jam era mi banda favorita, mucho tuvo que ver con mi sensación inicial las bandas de esa época, en rock, más bien en grunge, tuvieron músicos muy grosos, en todo sentido. 

Está lleno de bateros bacanes aún vigentes, Matt Cameron (más cuando tocaba en Soundgarden y el disco de Temple of the Dog, una joya), Jimmy Chamberlin (Smashing Pumpkins), Sean Kinney (Alice in Chains), sólo por nombrar algunos. También, me empezó a llamar mucho la atención el funk-fusión desde los 20 años y ahí destaco, por groove, simpleza y sonido a David Garibaldi (Tower of Power) y por supuesto al papá o mejor dicho abuelo, Dennis Chambers, bueno, ¿a quien no?, sobretodo por su trabajo con Mike Stern y Niacin. Me acuerdo cuando lo vi un verano en las jornadas de jazz al aire libre de Providencia y en una clínica de platillos. Estaba respondiendo preguntas y no paraba de mover las manos mientras respondía. Me acuerdo que ese día dio una clase de cómo irse a la cresta... jajaja. Me refiero a estar en un pulso, con tu banda y en algún momento llegar a “desconectarte”, pero siempre estar con un cable a tierra, una impresionante lección. Y no es la pólvora, es muy usual. Lo impresionante fue el nivel de lejanía donde se iba y volvía como si nada. 

He nombrado hartos y podemos seguir toda la vida, soy súper nerd respecto a esto, pero resumiendo, aparte de Dave y Dennis, creo que tengo que ser justo con mi historia musical y aunque no sea mi estilo y ni siquiera sean de mis maestros hoy, fue muy importante conocer Neil Peart, Mike Portnoy y todos los bateros medio (o totalmente) progresivos. Me gusta su cabeza, y que son medio hiperkinéticos, un tema importante para mí. Hacer y no hacer. Cuando estar “cabeza abajo” y cuando mostrar algún detallito, bien compuesto, en el momento preciso, algo difícil y muy desafiante.

En todo caso, no podría dejar de nombrar a Benny Greb, Tony Royster, Buddy Rich, Thomas Pridgen (sobretodo con The Mars Volta), Cristóbal Orozco, Carlos Cortés y Cristóbal Rojas de Chile, Gianluca Pellerito (búsquenlo en Instagram o YouTube, tremendo)

Tres agrupaciones nacionales que recomendarías?, ¿tres agrupaciones internacionales?

Gonzalo Salazar: La pregunta difícil. ¿Morenas o rubias?, para no decir los típicos, mis favoritos; Bob Marley, Led Zeppelin, The Police, Rage Against The machine, Snarky Puppy, NIN, Soundgarden, Michael Jackson, Prince, voy a nombrar unos no tan conocidos, que pueden sorprender a más de alguno si no los cacha:  Me gusta mucho una banda francesa que se llama Electro Deluxe, los neozelandeses Fat Freddy’s Drop, un dj danés oscurísimo llamado Trentemøller.

Nunca he sido muy fan de la música chilena, prefiero la argentina, la brasileña, la salsa y toda la música sabrosona. Eso no quiere decir que no admire a cientos bacanes como Los Jaivas, Los Ángeles Negros, Anita Tijoux, Ricardo Villalobos, Los Prisioneros, Los Tres (al principio especialmente). Los comienzos de Tiro de Gracia y Los Tetas.

¿Qué crees que es lo más relevante a la hora de elegir una configuración para tocar en vivo y grabar en estudio?, ¿qué aspectos privilegias?

Gonzalo Salazar: Sentirse cómodo es lo primero. Que el set logre ser una extensión tuya.. Que suene como cuando tú le pegas, distinto a cuando otro se sube a tocar en la misma batería, con los mismos parches y baquetas, en el mismo lugar. Hay tonos y volúmenes distintos que en vivo no suenan tanto, con los que hay que tener ojo, a menos que tengas un monstruo en el sonido y el lugar sea apropiado ¡y hay tan pocos típicos en Chile que estén bien acondicionados!, últimamente estoy trabajando en escuchar más y tocar menos de memoria, con el metrónomo como copiloto, escuchar con los ojos, ver con las orejas y todo ese tipo de cuestiones que tienen que ver con comunicación con el otro. Todo esto se nota mucho de una banda en vivo y te cautiva de una. 

En estudio es momento de experimentar (bueno más o menos porque es bien caro el estudio), entonces ahí tienes toda una gama de posibilidades, efectos y magia. Ideas que pensaste (o que no) y se dan en ese momento. Esas son de las mayores sorpresas que después quedan registradas.

Cuéntanos respecto a tu equipamiento.

Gonzalo Salazar: Mi equipamiento hoy es una belleza, fue un sueño desde que comencé a tocar. Ocupo una DW performer de maple, gris y finish ply, bien rockera, de 5 piezas, con una configuración clásica. Bombo de 24”, caja de 14”, tom de 12” y dos tambores de piso, de 16” y 18”. Privilegié medidas grandes porque soy un amante del bombo típico de Bonzo (Led Zeppelin) aunque él es un estandarte Ludwig. 

Además, a la izquierda, ocupo un bongó en atril, un jam block y un pandero en atril (todos estos LP) y un tom piccolo de 10” DW. Me gusta tener a ese lado un set de accesorios para hacer arreglos entretenidos. Todos los atriles son DW de distintas series. 

Utilizo 6 platillos Ufip; hihat de 14”, splash de 10”, 2 crash de 17” y 19”, ride de 22” y una combinación de crash que forman un stack, cortito, trashy y con buen ataque. *Aprovecho de darle las gracias a Promusic, que es dealer exclusivo en Chile de DW y Ufip por confiar en mi trabajo. Ocupo baquetas 5AX Dressen (con honor formo parte del círculo de músicos de la marca nacional), aprovecho de recomendarlas y darles el dato (www.dressenpercussion.com). Parte de Dressen también son algunos artistas que son insignias de la batería chilena, como el gran Carlitos Figueroa, Pablo Martínez (All Tomorrows), Rodrigo Sánchez (Crisálida), Roberto Ugarte (Weichafe), Rodrigo Escobar (el batero del último Festival de Viña), entre tantos otros tantos héroes personales.

¿Qué recomiendas a los músicos jóvenes a la hora de formarse musicalmente?, ¿clases particulares?, ¿buscar educación formal?, ¿asumir ser autodidacta?

Gonzalo Salazar: Entendí pequeño que ser autodidacta es una condición que no se pierde jamás. En otras palabras, tiene que ver con aprender solo. Es muy diferente un batero o músico en general que partió desde cero con clases a uno que se autoformó. Es un poco lógico, sin embargo, la distinción más importante, creo, ocurre cuando un batero que ya lleva un rato tocando, que comenzó y aprendió por su cuenta (mi caso) se enfrenta a un profesor que le muestra una mirada totalmente distinta, incluso radicalmente opuesta a lo que venías haciendo. Todos tus conceptos, manera y forma comienzan a replantearse y eso es muy power. ¡Tomar distinto las baquetas pohhh!, pegarle distinto. Es un ejercicio de ego estar dispuesto a aprender cuando algo sabes, ¿se entiende?, cuando te das cuenta que después de discutir, pelear y defender tu método, lo que te presentan realmente es una mejora en términos de salud al tocar, que efectivamente te cansas menos, golpeas mejor, tu sonido se agranda y asumes que estás en función de la música, comienzas a decir “ok, aquí hay un mundo nuevo de posibilidades”. 

Es tan importante estudiar, por tu cuenta, con profe o en una escuela. Y qué mejor que sean muchos maestros en distintas etapas de tu vida musical. Estrujar y ser una esponja es un deber. Ojalá siempre seamos en cualquier disciplina unos alumnos permanentes, críticos, perfeccionistas y sobretodo aplicados, porque en Chile está lleno de amigos que te dicen que lo haces bien, con un espíritu de “buena onda”, acostumbrados a tirarte flores. Y se agradece, pero pucha que es difícil juntarte con los que te dicen que lo haces mal y seguir. Y seguir, sabiendo que la idea es aspirar al más alto nivel. En definitiva, el camino que elijas creo que es el correcto si vas donde mismo, a ser cada día un mejor músico.

¿Puedes comentarnos en qué proyectos te encuentras involucrado en este momento?

Gonzalo Salazar: Actualmente estamos terminando la mezcla del primer disco de Antiplánico, grabado en Quintero, que está quedando hermoso. Lo grabamos en una casa, durante dos semanas, en una doble colaboración de Armatoste Brazo discográfico y Mauco Records. Ese material ya tiene fecha de lanzamiento para agosto. Con La Mala Senda, estamos en pleno proceso de creación con miras a lanzar el primer single de un EP este semestre y poder promocionarlo con mucha fuerza todo este año en el país y fuera de Chile. Estamos ensayando harto y ya tenemos 4 maquetas. Además, estoy colaborando en un proyecto llamado Splinter, ideas acústico/electrónicas muy interesantes con dos amigos, uno tocaba en Colorepsia. Ellos están avanzando harto y lo mejor es que cuando nos reunimos, salen tantas ideas. Es algo muy libre y eso es un lujo. 

¿Qué planes musicales tienes a futuro?

Gonzalo Salazar: Seguir estudiando batería; grabar y tocar cada vez más. Girar, conocer y participar de diferentes proyectos y estilos. En resumen, seguir dándole con más fuerza. 

Muchas gracias Gonzalo por darte el tiempo de reflexionar junto a nosotros respecto a esta gran pasión y camino que es la música. Dragg Maggazine te desea éxito en todos tus proyectos.

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